domingo, 20 de marzo de 2016

Planteamientos educativos de José Carlos Mariátegui Lachira



Por: Crisóstomo Huamán Cosme

El Amauta José Carlos Mariategui Lachira ha planteado importantes aportes teórico-prácticos en los campos económicos- sociales, organizativo y educativo.         
En lo económico-social, analizó, interpretó  y explicó el esquema  de la evolución económica de nuestro país,  problema del indio, de la tierra, el regionalismo, dichos  aportes aún tienen vigencia  hasta la actualidad.
En lo organizativo,  asimiló correctamente el planteamiento de Carlos Marx, quién  expresó: “Los pobres somos muchos, pero si no estamos organizados, no somos nada”: en mérito a ello, J. C. Mariategui  organizó  la Federación de Yanacones  del Perú que fue la antecesora de la Confederación  Campesina del Perú; el Amauta tenía una clara visión de los maestros cuando en su obra Temas de Educación (1980:51) plantea: “De todas las victoria humanas les toca a los maestros, en gran parte, el mérito. De todas las derrotas humanas les toca, en cambio, en gran parte, la responsabilidad”.Bajo esa perspectiva sentó las bases  de la organización de los maestros  en un solo  sindicato, en ese sentido, en la misma obra (1980:50) el Amauta expresa: “Para que los educadores puedan reorganizar la enseñanza sobre bases nuevas es necesario que sepan antes ser un sindicato, moverse como un sindicato, funcionar como un sindicato. Y es necesario que sepan entender la solidaridad histórica de su corporación con las otras corporaciones que trabajan por reorganizar, sobre bases nuevas también, todo el orden social”. Dicha tarea fue concretada con el arduo trabajo de su discípulo  Germán Caro Ríos, quien a través del Frente Clasista Magisterial avanzó enormemente en la constitución  del  glorioso SUTEP fundado el 6 de Julio de 1972. De la misma, J. C. Mariategui, después de una larga lucha del proletariado peruano, organizó y fundó la actual Confederación General de Trabajadores del Perú (C. G. T. P.): al respecto él mismo  en su obra Ideología y Política (1971:138) dice: “El nacimiento de nuestra Central no es pues obra de la casualidad, sino de todo un proceso que ha seguido el proletariado Peruano, en su esfuerzo de reivindicación”. Finalmente otra de las grandes acciones organizativas del a
Amauta  fue la fundación del Partido Socialista, que por razones estratégicas fue llamado como tal, pero  el contenido esencial es el de Partido comunista.
En el aspecto educativo, analizó con meridiana claridad  el proceso de instrucción  pública, al señalar la herencia colonial, la influencia francesa  y norteamericana que ha tenido el sistema educativo peruano. De las cuales la herencia  colonial española tuvo un dominio completo, mientras que la francesa  y la norteamericana se insertaron mediocremente  a dicha  herencia.  Por estos hechos, la educación en el Perú no tiene un espíritu nacional, sino más bien un espíritu colonial y colonizador,  porque España nos legó un concepto eclesiástico y literario de la enseñanza, a esto se sumaba  el cierre de las puertas de la universidad a los indios y mestizos; la cultura era un privilegio de la casta social, porque el pueblo no tenía derecho a la instrucción; la enseñanza en la universidad tenía por objeto formar clérigos y doctores. Estos
 hechos aún siguen ocurriendo actualmente bajo formas y estilos más refinados o sofisticados.. Al respecto, J. C. Mariategui, en su obra 7 ensayos de Interpretación de la Realidad peruana (1976:107) expresa: “La herencia colonial española no era psicológica e intelectual. Era ante todo, una herencia económica y social. El privilegio  de la educación persistía por la simple razón de que persistía  el privilegio de la riqueza y de la casta.”. Esta fue la  razón para que la teoría y práctica aristocrática y literaria de la educación correspondían a un régimen y a una economía feudal, y que en nuestros días, persisten algunos rezagos de dicha  feudalidad.
Frente a este estado de cosas en el campo educativo durante las dos primeras décadas del siglo XX, repercute los alcances de la pedagogía o Escuela Nueva de orientación filosófica idealista subjetiva que es el pragmatismo que generó “la  polémica” entre el filósofo idealista doctor Alejandro Deustua ( defensor de la educación aristocrática) y Manuel Vicente Villarán (defensor de la educación ligada a la industria y al comercio. Respecto a dicha polémica, augusto Salazar Bondy en su obra Filosofía en el Perú (1984:93 y 94) dice: “El énfasis en la espiritualidad marcó también las doctrinas pedagógicas de deustua, que tuvieron gran resonancia en el país. La reforma de la educación que él propició tiene como premisa básica la necesidad de acentuar la formación humanista de los educandos y de dar prioridad a la constitución de una élite dirigente capaz de promover la transformación del país sobre sólidas bases morales. En esto se enfrentó a la tendencia practicista y técnica que diferenciaron a los positivistas y especialmente Villarán, con el cual tuvo una memorable polémica”.
     De las expresiones se deduce que la polémica consistía en: o continuar con la educación tradicional aristocrática (formación de abogados, clérigos, literatos, etc.) que requería los terratenientes o implantar un nuevo sistema educativo para formar estudiantes para laborar en la industria y el comercio que necesitaba la naciente burguesía nacional ligada al imperialismo norteamericano.  Al final, en parte triunfó el segundo planteamiento o sea el de M. V, Villarán, por eso más adelante se  crearon las escuelas pre-vocacionales, los institutos de educación industrial, Comercial y agropecuaria; a nivel superior se establece  el aprendizaje profesional en especialidades relativamente simples tales como: ingeniería técnica, ingeniería agrícola, contabilidad mercantil, etc.. Dicha polémica fue esclarecida por  el amauta J. C. Mariategui, cuando plantea  con total claridad que ninguno de ellos encarnaban los intereses y necesidades de nuestro país; en ese sentido definió al Dr. Alejandro Deustua como el ideólogo de la filosofía idealista objetiva y por ende defensor de la vieja aristocracia  terrateniente, y al D. Manuel Vicente Villarán como ideólogo de la corriente filosófica idealista subjetiva  positivista y pragmática, defensor  del civilismo burgués (naciente burguesía peruana) y de los intereses del capital norteamericano.
     Es más, El Amauta J. C. Mariategui  plantea claramente la unidad indesligable entre la base o estructura económica (parte material) y la superestructura o formas de conciencia social (parte espiritual), cuando en la pasta de su obra Temas de Educación señala: “La educación en nuestra América sólo puede ser comprendida como problema económico- social…” , o cuando en su  misma obra (1980:10) manifiesta: “No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política”·.


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